En el siglo XIX, alguien genial para su época, decía: «Todas las relaciones fijas y congeladas, con su cohorte de antiguos y venerables prejuicios y opiniones, son barridas; las relaciones recién formadas se vuelven anticuadas antes de que puedan osificarse. Todo lo sólido se desvanece en el aire; lo sagrado se profana y el hombre, por fin, se ve forzado a enfrentar sus verdaderas condiciones de vida y sus relaciones con los demás hombres».
¿No les parece que aplica para la levedad de las asociaciones, relaciones y descubrimientos del siglo XXI?